Esta deliciosa tarta de tres chocolates es perfecta para aquellos amantes del chocolate ya que con ella van a
poder degustar, a la vez, de la combinación del chocolate blanco, con el
chocolate con leche y con el chocolate negro perfectamente combinados. La
receta es fácil de elaborar pero un poco entretenida, aunque vale la pena solo
por su suave textura y su delicioso sabor. Con esta receta sorprenderéis a
todo el mundo.
Además es un postre que encontrareis en muchos sitios y siempre la misma receta, no varía, por que sale perfecto.
Además es un postre que encontrareis en muchos sitios y siempre la misma receta, no varía, por que sale perfecto.
Ingredientes:
Para la capa de chocolate negro.
50 gr de azúcar.
250 ml de leche.
250 ml de nata.
150 gr de chocolate negro.
1 sobre de cuajada.
Chocolate con leche.
50 gr de azúcar.
250 ml de leche.
250 ml de nata.
150 gr de chocolate con leche.
1 sobre de cuajada
Chocolate blanco.
50 gr de azúcar.
250 ml de leche.
250 ml de nata.
150 gr de chocolate blanco.
1 sobre de cuajada
Capa de galleta (opcional)
1 paquete de galletas maría.
70 gr de mantequilla.
Modo de preparación:
En primer lugar, picaremos las galletas y las mezclaremos bien
con la mantequilla blandeada, hasta formar una pasta consistente, que pondremos
en el fondo del molde.
La base de galleta es opcional, si os gusta la ponéis y si
no se puede hacer sin la base, ya que queda igual de consistente.
Usad un molde desmontable.
Poner en un cazo, el azúcar, la leche, la nata, el chocolate
negro troceado y calentar hasta que
rompa a hervir, en ese preciso momento añadiremos el sobre de cuajada, remover
para mezclarlo bien y darle un par de hervores. Cuando hierva la segunda vez,
lo retiramos y lo ponemos en el molde.
Repetiremos el mismo proceso con el chocolate con leche y
con el chocolate blanco.
Solo hay que tener en cuenta, que cuando echamos el
chocolate con leche sobre el negro, este no esta solido aun, con lo cual lo pondremos
con mucho cuidado, yo lo hago poniendo una cuchara en el chorro para que no
caiga con fuerza y evitar que se mezcle con el resto. Haremos el mismo proceso
con el blanco.
Cuando lo tengáis terminado, dejarlo que se enfrié a
temperatura ambiente y después ponerlo en la nevera, mejor de un día a otro.
Si no sois excesivamente dulces, como yo, a la capa
de chocolate blanco no le añadáis el azúcar.
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